La resignificación es un proceso a través del cual aprendemos a posicionarnos de una manera distinta frente a una situación en particular. Generalmente tiene que ver con un ajuste o una actualización de la forma en la veíamos las cosas en un pasado a cómo las podemos ver ahora, y a partir de ahí establecer una postura nueva, más adecuada y ajustada al aquí y al ahora.
Si reconocemos a la empresa como un organismo vivo, entenderemos que esta es cambiante, creciente, que tiene su propio carácter, sus estilos y sus vicios. Y como todo organismo vivo es necesario poder adaptarla a su entorno.
La resignificación directiva es un proceso de análisis grupal y personal que permite a los directivos de una organización:
1. Reconocer el porqué de la forma en la operan a nivel personal y grupal.
2. Qué elementos frenan o aceleran su cohesión como equipo y el impacto que pueden tener en sus colaboradores desde una perspectiva más humana.
3. Encontrar nuevas oportunidades en el entorno para explotar sus habilidades y aportar mayor beneficio a la empresa y la comunidad.
4. Y valorar el aprendizaje y desarrollo que han tenido como individuos y como grupo.
Los directivos, gerentes o líderes, según sea el caso, de una organización son la punta de lanza que irá abriendo camino y marcando el rumbo de la empresa en su totalidad.
Esto es parte de la CULTURIZACIÓN EMPRESARIAL
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Ya me conoces, soy Samuel Santibañez.